Todo brilla en Santa Clara del Cobre, una joya turística en Michoacán

En Michoacán existe un destino que deslumbra por la belleza de sus artesanías, un sitio donde el martilleo del metal suena todos los días. Se trata de Santa Clara del Cobre, un Pueblo Mágico donde el espíritu se enamora de sus paisajes, comida, tradición y su gente.
En esta localidad situada entre la sierra de Santa Clara y los cerros de la Cantera, en el municipio de Salvador Escalante, el cobre es un estilo de vida donde desde hace siglos sus habitantes se han dedicado a trabajar este valioso metal. Los purépechas lo trabajaban antes de la colonia, fabricando joyas, máscaras y ollas; que se desarrolló al llegar la Conquista, ya que se convirtió en un punto obligado de la ruta comercial que circulaba de Tierra Caliente a Pátzcuaro y Valladolid.
Fue hasta el año 1553, que se le dio el nombre de Santa Clara y se le quedó “del cobre”, por la industria de la localidad. Desde entonces, la mayoría de las familias están compuestas por artesanos que funden, moldean y mantienen viva una tradición que transforma el metal en recuerdos y obras de arte.
Sus obras pueden apreciarse y comprarse en las decenas de tiendas donde se ofertan a todo público. Desde pequeñas piezas como caballitos tequileros, plumas, llaveros, destapadores o pulseras, hasta impresionantes ollas, cazos, tinas, charolas, lámparas, floreros, macetas, muebles, trastes miniatura y mucho más. Cada pieza es única, resultado de una tradición artesanal que se ha transmitido por generaciones.
Pero sin duda, el punto más importante a conocer es el Museo Nacional del Cobre, donde se exhibe una extraordinaria colección de las piezas más impresionantes y ganadoras de concurso. En este lugar, en el patio, hay una fragua en funcionamiento, con varios artesanos trabajando y donde los visitantes pueden aprender y ayudar en el proceso de forjado del metal, intentando martillar con las propias manos.
La lista de actividades imperdibles para acercarte a esta población incluye también una visita a la Escuela Nacional de Artesanos, el Taller de Portón, la Capilla de Indios y el Templo de Nuestra Señora del Sagrario dedicado a Santa Clara de Asís (Patrona de los artesanos).
Si la visita es a mitad de agosto, es el momento perfecto para asistir a la Feria Nacional del Cobre, donde se reúnen los mejores artesanos del gremio para ofrecer sus más preciados artículos. Otro plan ideal es pasar un fin de semana descansando en las orillas del lago de Zirahuén, a escasos kilómetros de Santa Clara.
Para los que gustan ejercitarse o divertirse en familia, con amigos o pareja, es el lugar ideal por contar con paseos en bicicleta de montaña, rutas de senderismo, recorridos en kayak, tirolesa, montar a caballo o practicar pesca deportiva; la opción perfecta para disfrutar de la región.
Y por supuesto, hay que hablar de la gastronomía michoacana de este paraíso. Para complacer al estómago y atacar el hambre, lo mejor es comer unas tortas de tostada en la plaza, uno de los irresistibles platillos típicos que consiste en un bolillo relleno de frijoles con mayonesa, queso de puerco, jamón, cebolla, chile perón, col y una o dos tostadas de carne apache (carne de res y cerdo cocida en limón con vinagre de manzana, acompañada de jitomate y cebolla). También hay que probar los charales, las corundas, la barbacoa de borrego, el borrego horneado y las enchiladas con mole.
Por si fuera poco, el legado histórico de Santa Clara del Cobre no se limita solo a sus artesanías, gastronomía y atractivos turísticos. Este poblado posee un patrimonio arquitectónico destacado que data de hace más de 400 años, donde se mezclan estilos como el neoclásico, el barroco y el plateresco.
Por todo esto, Santa Clara del Cobre es un Pueblo Mágico en Michoacán especial para conocer el “Alma de México”, un destino donde la tradición artesanal brilla con gran esplendor todos los días.